dijous, 24 de maig del 2012

Causas de un comportamiento predecible, y no ejemplar

Una de las tareas de los historiadores es descubrir y estudiar los acontecimientos que llevaron a las diferentes culturas a estar donde están. Aquellos que se dediquen a estudiar la sociedad española verán que todo lo que ha vivido España es coherente con la situación actual; pero no actual de "hoy mismo", si bien algo más "contemporáneo".

Lo primero de todo, España está formada por varios territorios, cada uno con su cultura y su manera de ser y de vivir. A lo largo del tiempo ha sufrido bastantes guerras, y eso cualquiera que haya estudiado historia lo sabrá, algunas por sucesiones y otras por anexiones. Por ejemplo cuando el reino de Castilla apostó por borbones y la corona Catalano-aragonesa por los austrias, esta división ha marcado el devenir entre las relaciones Madrid-Barcelona, tanto a nivel político como en otros campos. De ahí que en Madrid, que se hizo capital, sean más centralistas y en Barcelona se aposte por la descentralización.

No solo eso, pero normalmente suele ser Catalunya quien lleva la iniciativa en muchos aspectos y luego otras comunidades autónomas le siguen, y no siguen a Madrid, porque suele tenerlo todo a causa de la centralización borbónica.

Otro aspecto histórico es la pillería, lo que formalmente se conoce como picaresca (tema central del Lazarillo de Tormes), muy típica de zonas hispánicas y latinas. En España solemos ser muy condescendientes con aquellos que no siguen las normas, incluso muchas veces se les ha aplaudido. Por una parte está bien estar dispuesto a no aceptar órdenes, pero por otro, las reglas están hechas para cumplirse, hablando en plata "o follamos todos, o la puta al río".

Más características. La típica envidia española, en la que reinan las apariencias.

Si un vecino o un amigo tiene un golpe de suerte, o ha trabajado como un cabrón, y se ha comprado un coche bueno, lo normal es aplaudirle y esforzarse por igualarlo o superarlo, o al menos esto es lo que pasaría en la cultura anglosajona o la nipona. El español no, porque el español es diferente.

El español lo primero de todo guardaría las apariencias pero por dentro estaría muerto de envidia, y una vez el vecino o amigo se ha marchado el español estaría deseando que le ocurriera algo malo al vehículo, incluso en momentos críticos, al amigo, porque ha osado superarle. Si al coche le ocurriera algo el español se alegraría por dentro aunque de cara a galería aparentara que le sabe muy mal. Somos así, no nos engañemos. En la escuela se denosta a aquellos que son más listos que nosotros tachándolos de empollones, pero en realidad nos morimos de envidia por sacar sus notas, y en el trabajo las puñaladas van y vienen y cuando hay temporada de ascensos las brmoas de rodilleras van que vuelan. Y esto nos lleva a otro aspecto típico de los españoles: la crítica.

El español puede parecer que te está alabando pero en cuanto uno de los dos se da la espalda seguramente te esté poniendo a parir. El español que de pequeño calificaba de "empollón" al más listo de la clase, de "cuatro-ojos" al que llevaba gafas, de "gordo" al que le sobraban unos quilitos y de "furcia" a la que iba algo más destapada que las otras o tenía mayor volumen pectoral o ambas, de mayor no tendrá estudios de nada pero sabrá de todo, y se creerá con derecho de criticarlo todo, tenga o no razón. No nos engañemos, todos conocemos a alguno que se ajustará a la descripción anterior y encima "sabrá" de política (cómo colgar a los políticos a la horca, cómo solucionar la corrupción), de economía (cómo solucionar las crisis económicas, cómo reducir las tasa de paro y crear empleo, cómo colgar a los banqueros a la horca), de deportes (éste es un paquete, deberían fichar a X o Y, aunque se trate de una partida de ajedrez "deberían vender al caballo y fichar un alfil"), de mecánica (he ido al mecánico y me ha cobrado una pasta por cambiarme los manguitos de los cojones, esto lo hacía yo), de construcción y arquitectura (este cemento es una mierda, esta distribución de habitaciones es una mierda, eso lo hacía yo mejor). Es cierto, aunque no nos veamos a nosostros mismos muchas veces obramos así. El plan de actuación cuando alguien la caga es:

1.- interiormente reirse del causante
2.- pensar que nosotros lo haríamos mejor
3.- intentarlo nosotros
4.- quedar en ridículo

Lo que inmediatamente llevaría al bucle pero con otro español, y así sucesivamente, hasta que alguien lo soluciona y entonces se daría el punto 5.- tener envidia del que lo ha solucionado.

El español critica, sí, pero no acepta críticas hacia su persona. Siempre quiere tener la razón pero no acepta que los demás discutan que no la tiene. Sigue la siguiente corriente lógica:

- Yo sí pero tú no.
- Tú sí y yo no, no
- Si tú sí, yo también
- Y yo también
- O follamos todos o la puta al río

El español es nefasto para los idiomas, y esto viene de que durante el franquismo (época que para los monologuistas de hoy en día suele funcionar bastante bien) el cine se doblaba, en vez de respetar la versión original y tirar de subtítulos, así aprovechaban y al doblar podían censurar ciertas cosas. Esto, sumado a que el castellano es uno de los idiomas más hablados mundialmente hacen que el esfuerzo por aprender otras lenguas sea mínimo o nulo. Y después se tiene envidia si alguien domina más de tres idiomas. Cabe decir que para un español medio, ni catalán, ni gallego ni euskera son idiomas, porque no son 100% oficiales. Es un espectáculo ver a un español intentándose hacer entender. Los ingleses lo que hacen es intentar buscar sinónimos y explicarse con más claridad, un español lo que hace es gritar y hablar con infinitivos. Demencial

La miseria que se pasó durante el franquismo es fuente hoy día de que los niños estén tan sobreprotegidos y sobrealimentados, pues este época ha marcado en gran medida lo que somos ahora. Si sumamos al picaresca, la envidia y la miseria, es el gran motivo por el cual no dejamos de oir noticias relacionadas con gente que estaba enchufada en sitios cobrando sueldazos de lujo. Los nuevos ricos españoles son de lo peor, acostumbrados a la miseria, ahora se creen los reyes del mundo.

En fin, que cuando dicen que Spain is different, es totalmente cierto, y no algo positivo precisamente.

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