Cultura del miedo

Parece que la naturaleza humana es muy compleja, y probablemente haya libros y libros escritos acerca de ello. Sin embargo, debido al instinto de supervivencia tenemos unos patrones establecidos cuando nos enfrentamos a determinadas situaciones, pues nuestro cerebro las tiene interiorizadas para activarse al más mínimo estímulo; algo así como botones de activación rápida.

Entonces, podemos encontrarnos en situaciones que nuestro organismo reconoce como "peligro". Concetrándolo todo podríamos quedarnos con una palabra: miedo.

Por ejemplo, los ya tan manidos mercados juegan con los estados con su mejor baza que es el miedo. Amenazan con retirar sus inversiones lo que causa cierto desasosiego entre los economistas y políticos. Juegan con este miedo para que se haga valer el precio del dinero por encima del valor de las personas, pero yo aquí tengo mis dudas:

- Si retiran las inversiones de, por decir algún sitio, Europa, ¿donde van a invertir? porque se supone que si cae alguna de las grandes potencias, USA, Europa o China, digamos que el mundo se va a pique. Es decir, a los mercados no creo que les interese que una de las grandes potencias caiga porque eso significaría entre otras cosas, reconocer que todo está mal montado. En un símil, es como el placer de torturar pero sin llegar a matar. Está claro que de esta manera los mercados van a sacar algún tipo de beneficio. Pero se ve a la legua que las medidas que se están tomando favorecen a los más ricos y difícilmente se creará riqueza.

- Por otro lado, es injusto que estos mismos mercados que han hecho y desecho en época de bonanza se ceben ahora cuando todo está tan mal.

Siguiendo mi la primera línea de razonamiento, los políticos no quieren dejar caer Europa, y aunque el motivo real nunca lo sabremos, y seguro que no es por patriotismo, el hecho de llegar a un estado de desconocimiento, algo que la economía no ha previsto, causa miedo. Es por este miedo que estamos como estamos. Incluso estando tan mal, el miedo hace que el grueso de la gente no quiera grandes cambios. Valiente sería aquel que dejara Europa caer y organizarlo todo otra vez de cero.


En política, ¿cuántas veces hemos oído habla de voto útil? Partidos políticos que juegan con el miedo de los votantes para que no salga su partido opositor, al más puro estilo:"¡Que viene el lobo!", pero esta charada no dura toda la vida, y a veces en política sí que apetece un cambio. Al fin y al cabo la política es algo que ha creado el hombre, y por tanto no entra tanto dentro de nuestro instinto. Sin embargo el gobierno de turno recorta "porque si no todo va a ir a peor". Y con este miedo de que todo pueda ir a peor la gente pone el culo, y si hace falta, incluso algunos pondrían la vaselina y la cama.

Pero por suerte, hay gente que protesta, vence sus miedos, incluso el miedo al dolor físico de ser aporreado por el cuerpo de seguridad que se supone que te protege, se agarra a sus ideologías y a todo aquello en lo que ha creído durante toda su vida, y protesta por aquello que cree que no es justo. Justo. Bonita pero subjetiva palabra. Porque parece mentira que la gente que se supone que sabe no vea que recortando no se hace ningún bien, pero causa miedo, y con miedo se gobierna mejor, porque no podrás estar peor, o eso dicen.

Con miedo se gobierna mejor. Esto parece que lo han tenido muy claro los que han sido líderes de regímenes autoritarios, incluso parece que lo tienen aprendido líderes de estados autoritarios hoy en día. Pero líderes de estados no autoritarios también. Quien no recuerda las armas de destrucción masiva, que no eran tales, pero fue un motivo. Malo. Pero un motivo.

Las grandes multinacionales juegan con nuestro miedo. Porque nuestro miedo es su motivo para poder subir precios, basándose en ventas. El miedo de los políticos es que no dejen sus impuestos aquí, y se vayan a otro lugar donde los impuestos sean menores, da igual los derechos de las personas mientras los impuestos sean bajos. Pero esto es un error. Que aquellos posibles compradores no tengan dinero para pagar tu producto es malo. Podría ser un consejo de marketing tan bueno como cualquier otro. Pero como lo digo yo, no me hacen caso.

Las casas de seguros y de seguridad juegan con nuestro miedo. Juegan con "y si...?", o en inglés, idioma cuya sonoridad está más que contrastada, "what if...?". Juegan con la inseguridad, la duda, porque si nunca llegara a pasar nada, se hubieran enriquecido a nuestra costa, vilmente. Pero lo aceptamos, porque aligera nuestro miedo. O eso creemos. Juegan con la desconfianza.

Confianza. Bonita palabra. Como también lo es "amor". Amor. Confianza y amor. Aquello que puede ayudarnos a derrotar al miedo, a la desconfianza, a la duda, al odio. Los buenos siempre ganan, nos decían cuando éramos pequeños. Pero a medida que crecemos vemos que esto no es regla general. Nos dicen de pequeños que repartamos amor, que es lo contrario al odio, pero no es cierto.

Cierto o falso, sin embargo cien gestos buenos puedes repartir de amor y confianza, que con únicamente uno solo que contenga una sola pizca de desconfianza, duda u odio, que bastan para ensuciar los cien previos. Siempre queda la desconfianza. Por esto amor y odio no son iguales de signo contrario. Y el que diga lo contrario, miente.

Seguiremos reflexionando.