dimarts, 13 de març del 2012

Saturación de actualidad

Hoy en día es normal estar informado de lo que ocurre en todo el mundo, y cualquiera que disponga de conexión a la red de redes puede ser presentador de noticias, incluso enviado especial. Y es que tendemos a creer que debemos estar informados de lo que ocurre en cualquier lugar minuto a minuto. Pero esto lo que hace es desgastarnos y tener nuestra atención dividida.

Un caso práctico en el que puede que hayáis sido víctimas o verdugos. La aplicación WhatsApp. Es muy útil, porque desde sus inicios hasta ahora, primero sirvió para tener mensajes gratis, y ahora ha servido para que las compañías de telefonía móvil se pongan las pilas y ofrezcan mensajes gratuitos o a muy buen precio. Sin embargo, es muy molesto haber quedado con unos amigos y tenerlos mirando una pantalla, o tener amigos que te trolean por esta misma vía.

Aunque parezca mentira, a nuestros amigos hay muchas veces que no les importa ni donde estamos ni qué hacemos. Y a mucha otra gente tampoco. En redes sociales como Facebook, no por trolear con actualizaciones de estado casi minuto a minuto de nuestra vida nos hará ser más guays, cool o molones. Y con Twitter pasa algo similar, y es que antes no pasaba porque no existían pero a veces parece que si no estás en alguna o varias redes sociales no eres nadie.

No únicamente son las redes sociales, pero gracias a internet podemos estar informados de prácticamente todo lo que ocurre en el mundo. De estas cosas, un pequeño porcentaje afectan de una forma más o menos directa a nuestras vida diaria, y por tanto saber lo que ocurre en muchos sitios simplemente nos sirve para pasar el rato o llenar nuestra cabeza de información inútil.

Otro ejemplo. Los noticiarios. Mirar, oír, ver, escuchar las noticias nos hace parecer cultos, pues nos dan una información, a priori contrastada, que podemos usar para demostrar nuestro conocimiento del mundo. Pero en la práctica, dicha información es inútil. Un estandarte de lo que no debería interesar es la prensa rosa.

La prensa rosa pone y despone al famoso de turno, famoso por su vida o sus amistades más que por lo que ha hecho en favor del mundo, nos ofrece información que vende como exclusiva, pero visto con frialdad no interesa a nadie.

También, los mismos noticiarios, en según qué cadenas llenan parte de su tiempo con desgracias ajenas o una exageración de ellas, lo que llamamos sensacionalismo, lo que crea cierta alarma social. Si una desgracia ocurre en un lugar, querremos estar informados para que la desgracia no se propague. Hay que saber filtrar la información y ver lo que realmente puede importar de entre datos sin importancia. El exceso de información nos atonta, nos sobrepasa, limitando nuestra capacidad de filtrar y destriar la esencia de la noticia. La inmensa cantidad de información estropea nuestro filtro y somos incapaces de analizar la noticia por nosotros mismos.

Desde aquí quiero romper un lanza en favor de la desintoxicación de tanta red social, y fomentar el pasar de tanto en tanto uno o dos días aislado de las actualizaciones minuto a minuto. Disfrutar del placer de estar ilocalizable, y ser un punto egoístas preocupándonos por nosotros mismos.

Sed conscientes de lo que realmente interesa. De lo que realmente os interesa. Piensa, reflexiona, analiza.

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