dimecres, 28 de març del 2012

Huelga decir...

El título de la entrada estaba más cantado que "La Macarena". Y es que mañana hay convocada una huelga general, para protestar contra la reforma laboral, básicamente redactada por la Patronal, que quiere tirar adelante el gobierno. La esencia de la reforma es rebajar sueldos y facilitar el despido abaratándolo.

Si bien es cierto que en la teoría la forma que tienen los trabajadores de mostrar su descontento con cosas relacionadas con temas laborales es mediante huelgas. Y si bien es cierto que el representante del trabajador en la empresa es el sindicato, tal y como se hacen las cosas en este país, entonces hablamos de un método desfasado y poco eficaz.

Aunque en Francia critiquen a nuestros deportistas, simplemente porque son mejores que los suyos, si hay algo que saben hacer a lo grande son las revoluciones, y esto incluye huelgas. Y cuando en Francia hacen huelgas GENERALES, entonces se caga la madre que los parió, porque allí se para TO-DO. Y se quejarán los ciudadanos o no, pero el seguimiento de las mismas deja el país paralizado.

Aquí, nos llenamos la boca con derechos y otras historias, pero cuando alguien dice huelga, ya estamos señalando los sindicatos, unos sindicatos que, ya sea porque tienen horchata en vez de sangre, porque el gobierno y la patronal son muy tozudos o porque es el gobierno quien mantiene los sindicatos, se han ganado la merecida fama de oportunistas, vendidos y chaqueteros.

Cuando se habla de huelga o protesta o manifestación, aquí se busca afectar al mínimo número de personas, sobre todo con huelgas de transportes, cuando las huelgas están para todo lo contrario, es decir que afecten un gran número de personas para que sean conscientes de los problemas de la población.

Con la obras pasa algo parecido, que nadie parece que quiera que se hagan: si se hacen durante el año, porque afectan a los ciudadanos. Si se hacen en verano, porque afectan a los turistas y ya no van a querer volver más.

Volviendo al tema de la huelga, estamos tan mal económicamente, que hay gente que prefiere que le pisen sus derechos y conservar su puesto de trabajo a manifestarse en contra de algo que en otras condiciones tacharía de injusto. Estamos tan mal, que por el sueldo de un día se nos desmonta la vida en pedazos.

Los sindicatos lo llaman huelga GENERAL, pero es general cuando el país corre el riesgo de quedarse paralizado, cuando el seguimiento tiene que ser elevado para que realmente funcione. Y hoy por hoy no veo que la tan cacareada huelga general vaya a tener efecto alguno. Pero puedo estar equivocado. En fin... seguiremos reflexionando.

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