Anteayer los noticiarios abrían sus ediciones con un hombre que había irrumpido en una escuela judía de Francia y había intentado iniciar una masacre, como muchos otros dementes. A esta supuesta locura, hay que añadir que el hombre estaba relacionado con Al Qaeda.
Parece que las Cruzadas de antaño han traspasado barreras geográficas y temporales.
Es curioso como cada cierto tiempo se dan casos de este tipo, en los que un tipo aparentemente normal, se le cruzan los cables y va a una escuela a liarla, cuando los niños no tienen culpa de nada. Sin embargo, en este caso, la policía ha reconocido que el hombre estaba en lista negra para entrar en Francia, y que presuntamente había ido a recibir entrenamiento. En casa parece que tenía un pequeño arsenal.
Incluso con todas estas cosas en su contra la policía reconoce que no tenía permiso del juez para entrar en acción. Esto hace plantearse muchas veces si la justicia es realmente justa. Porque el "dubio pro reo" está muy bien, pero hay casos en que uno debería demostrar que es inocente, en vez de hacer que la parte contraria demuestre que es culpable.
Todo es muy complicado y el mundo está loco. Seguiremos reflexionando.
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