dissabte, 14 d’abril del 2012

Hell's Kitchen - I

Aunque este se trata de un blog de opinión y reflexión, no está de más tratar el tema de la cocina, actividad que me gusta bastante, aunque no lo suficiente como para dedicarme profesionalmente a ello. Aunque sé seguir las instrucciones de una receta, a veces me gusta probar de hacer cosas nuevas, y eso es lo que he hecho esta vez.

Experimentando con pasta

Spaghetti al toque picante

Ingredientes:

Pasta (spaghetti)
Cayena en guindillas x2 (opcional)
Diente de ajo x1
Huevo x1
Queso tierno
Orégano




Procedimiento experimental:

En un cazo vertemos agua, aproximadamente un tercio para una ración (grande), y la llevamos a ebullición. Antes de tirar los spaghetti echaremos unas ralladuras de queso tierno y espolvorearemos un poco de orégano al agua, para aromatizar la pasta. El quid es que mientras hierve el agua hidrata la pasta, con lo que si los compuestos que dan aroma al queso y al orégano se solubilizan en agua, pues no queda más remedio que pensar que la pasta quedará aromatizada. Cuando los spaghetti ya casi estén al punto en que los queremos (dente, pasados), echaremos las guindillas. Aquí podemos elegir entre varias opciones según el grado de picante que queramos obtener:

- Muy picante: partiremos las guindillas y las echaremos.
- Picante: echaremos las guindillas sin partirlas.
- No picante: no echaremos guindillas.

Yo he optado por muy picante. E inmediatamente echaremos un huevo. Aquí tenemos dos opciones que son:

- Remover
- No remover

Yo he optado por remover y romper la yema, pero podemos dejar que ésta se endurezca, si lo preferimos. Probamos el nivel de picante, y cuando esté a nuestro gusto colamos la pasta.

En una sartén echamos aceite y freimos el ajo, que hemos cortado previamente en rodajas (finas). Cuando empieze a tomar color dorado, echamos la pasta que teníamos en el colador y removemos para que el ajo no quede en un punto.

Finalmente ya se puede servir:



Pero como toque final podemos rallar un poco de queso tierno y espolvorear con hierbas diversas, para disimular el picante, por ejemplo. En mi caso he usado queso tierno y orégano, pero podéis echar hierbas provenzales, romero o albahaca según lo aromático que queráis el plato.




Comentarios:

La guindilla recomiendo tirarla al final, porque una vez la tuve durante toda la ebullición y mi lengua echaba fuego al comerlo.

A la hora de colar la pasta es mejor usar un colador fino, porque si no podemos perder restos de huevo, si lo hemos removido.

Recomiendo, a la hora de freir los ajos, hacerlo en una sartén, porque si no os podéis encontrar con que el cazo, por ejemplo, no era lo suficiente antiadherente:

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