dimarts, 10 d’abril del 2012

Medias verdades

Es frecuente, en el mundo en que vivimos, que los números sean los que dirijan nuestras vidas.

Casi siempre buscamos asignar números a las cosas, a los objetos, a las personas. Eso nos facilita mucho las cosas, en cierto modo. Puede haber dos José López, pero está claro que nunca habrá dos 314156 y es claramente diferenciable el 113456 del 654311, aunque estén compuestos por los mismos números.

Sin embargo, los humanos hemos desarrollado un sistema de manipulación de números llamado Matemática, y dentro de este gran grupo encontramos la Estadística.

Con la estadística se pueden tratar gran cantidad de números, de manera que siempre salgamos favorecidos, aunque para ello tengamos que hacer la pregunta adecuada.

Por ejemplo, cifras como la media de parados, la nota media en los exámenes PISA o las encuestas de los políticos son cifras que normalmente nos las sirven con una gran dosis de manipulación.

A saber, para decir que en un lugar hay tantos parados y que se está por debajo de la media, pues como que me alegra en parte, porque eso quiere decir que en otros lugares del país están por encima de la media, pero el ombliguismo al que nos tienen sometidos nos hace mirar estos números con buena cara. Incluso si alguien está por encima de la media, según como se interprete, significa que hay alguien que está peor, lo dicho ombliguismo y mal de muchos, consuelo de tontos.

Caso parecido, como indico más arriba, son las notas de los exámenes PISA. Que parece ser que nunca son malas... si nos comparamos con países "por debajo de la media".

Caso aparte es para las encuestas de los políticos, que siempre encuentran la manera de dar a entender que han ganado.

Como conclusión, decir que se usa "estar en la media" como método de autocomplacencia, "estar por encima de la media" como método de ombliguismo y se le quita hierro al "estar por debajo de la media". Por tanto, hacer caso justo de los números.

Y como estos hay muchísimos ejemplos en los que se usa la media estadística como excusa, como mentira o como media verdad.

Seguiremos reflexionando

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