Me he enterado hoy que la Ministra de Fomento quería hacer reconsiderar a la Unión Europea la prioridad del corredor central, la línea de alta velocidad que uniría Madrid con Francia perforando las entrañas de los Pirineos, claro está, sin pasar por Barcelona. Como es de esperar, las voces críticas no se han hecho de rogar, y como también era previsible, voces del partido han salido a matizar las palabras.
Primero de todo, me resulta muy curioso que el sector más casposo de la política tenga interés alguno en estar conectados con el país de al lado, chauvinista donde los haya, que se consideran los mejores en todo y que, uy que malos ellos, una de sus cadenas privadas de televisión, en un programa de humor hace un gag con guiñoles de deportistas españoles dopándose, o haciendo referencia a ello. Como dijo alguien, anodadado me hallo.
Pero si lo pensamos bien, tampoco es tan descabellado, porque si hiciesen pisar el tren por tierras catalanas seguramente tendría que pagar peaje, y, posiblemente chocaría con trenes de cercanías, se quedaría sin electricidad, gas o agua, o caería en un socavón, vete tu a saber. O incluso a los catalanes y murcianos se nos ocurrirían cosas como fomentar la economía, da miedo solo de pensarlo.
La Ministra hablaba de que priorizar el corredor mediterráneo daba una imagen de España asimétrica o una historia así, y que como iba a explicar a las demás comunidades que Catalunya tenía contactos con los gabachos, que todas las comunidades son iguales. Un momento, un momento... Es que TODAS las comunidades son DIFERENTES, si todas fueran iguales mal iríamos, pero lo peor es que en este conato de república bananera que es tan patética que por no ser república es monarquía, está muy instaurado el "café para todos", para entendernos "o follamos todos o la puta al río". Claro que a la hora de apoquinar con los impuestos sí que salen a relucir los españoles de la picaresca y al final acaban pringando los de siempre.
Lo que no dicen, porque no interesa, y muy probablemente porque no les toque pagarlo a ellos, es que económicamente el corredor central no vale un pimiento, y paradójicamente costaría un riñón. Kilómetros de vía inútiles para que no se nos enfaden los españoles de verdad, los que prefieren hundirse a que el país salga a flote, y después a perforar los pirineos como el que taladra la pared de su casa.
No soy futurólogo, que rezó alguien, pero me temo que en Europa son más pragmáticos y seguirán dando prioridad al corredor mediterráneo, algo que curiosamente, ha unido catalanes y andaluces.
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