dimecres, 15 de febrer del 2012

El clavo ardiendo

La Unión Europea está que echa fuego con Grecia. De hecho lo está con los PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y E(S)paña), pero de momento Irlanda ya tuvo su rescate, y Portugal y España no están tan mal como el país helénico. Grecia ha tenido que hacer recortes bastante importantes y difíciles de pasar por alto entre la población, que, óbviamente, no va dejarse pisar por los despilfarros de anteriores políticos.

La Batalla de las Termópilas de la película "300" al lado de los altercados que se están produciendo recientemente va a quedar como un tirachinas al lado de un cañón de mortero. Además, 300 es un título muy adecuado para la que está sucediendo, porque al final el gobierno de Papadimos va a tener que hacer recortes por valor de 300... millones de €. Y si no, tiempo al tiempo.

Como decía, 300 son los funcionarios que van quedar al final tras los recortes, guiados por su Leónidas particular, el ministro de finanzas griego Evangelos Venizelos, a luchar contra el pueblo griego, que serían el ejército de Xerxes en esta historia. Irónico, ¿no? Y es que se ve a la legua que los griegos ya empiezan a estar quemados con todo esto.

En Europa, aunque nos quieran hacer ver que Grecia no caerá, seguramente estarán divididos los partidarios de dejar Grecia hundida o de intentar mantenerla a flote, al fin y al cabo, en economía nadie busca la verdad absoluta y cada cuál acarrea su verdad particular; y el que sea más famoso o con más renombre, a ese harán caso. Cada uno especula con lo que podría pasar con la Unión Europea si se cumpliera su punto de vista, pero como nunca ha pasado, no tienen en qué agarrarse. Humo. ¿Qué sería lo mejor? No sé, en parte, non. Pero no me extrañaría que el siguiente primer ministro o presidente sea alguien llamado Canguelos.

Aquí, de momento parece que somos algo más civilizados, pasotas o... tontos, aunque al borde de una, o dos, huelgas generales. Y es que no hay un palmo de limpio, porque ayer surgió el rumor de que el gobierno (el de aquí, no el griego) había engrosado los números para aparentar un panorama más pesimista, poder echar la culpa a los socialistas que estuvieron antes y decir que el crecimiento había sido superior a las previsiones. Dicen, de momento, que eso no es cierto, no lo sé, pero lo que está claro es que algúm político miente. Como siempre.

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